“¡El dinosaurio con espinas amargas!”
¿Te gustan los dinosaurios? ¿Te gustan las espinas? Entonces te encantará el Amargasaurus, uno de los saurópodos más extraños y fascinantes que jamás hayan existido. El Amargasaurus vivió hace unos 130 millones de años en lo que hoy es Argentina, y tenía dos filas de espinas gigantes en su cuello y espalda. ¿Para qué servían esas espinas? Nadie lo sabe con certeza, pero hay varias teorías al respecto.
Algunos científicos creen que las espinas tenían velas de piel entre ellas, como las de un dragón de Komodo, y que servían para regular la temperatura, atraer a las parejas o intimidar a los depredadores. Otros científicos piensan que las espinas eran solitarias y estaban cubiertas de queratina, como las de un rinoceronte, y que servían para la defensa, el combate o la exhibición. Lo que sí sabemos es que el Amargasaurus era un herbívoro cuadrúpedo con un cuello relativamente corto y un cráneo alargado y bajo. Medía entre 9 y 10 metros de largo y pesaba unas 2,6 toneladas.
¡Sigue explorando, aventurero del parque!